"Porque nunca se abandonan por completo los anhelos de la infancia y cada uno de nosotros los lleva a cuestas, sin saberlo, la totalidad de su historia. No es que no lo sepa, sino que no puede prever todas las circunstancias en que, aun a pesar suyo, saldrá a la superficie, mucho más en acto que en pensamiento, la infancia herida. Porque la historia más profunda, esa que nunca se olvida, esa que nunca se supera, es la historia de nuestros deseos, anclados en las pulsiones y que impregnan nuestro pensamiento".
André Green, en La causalidad psíquica, p. 271
lunes, 13 de agosto de 2012
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